sábado, 16 de junio de 2007

Chapeau!


Quise convertir mi sombrero en montera y la orilla de la playa en albero. No te he dicho que tus ojos brillan más que el agua del Mediterráneo. Lanzaste tu mano sobre mi cabeza cuando te propuse iniciar el paseíllo –Un insulto a la fiesta nacional, pensarías- Pero es que no me canso de quitarme el sombrero ante tu presencia. Yo quiero ser oro cuando te vistes de luces. Capote para entregarme a la sutileza de tus manos. Quiero que me enseñes a hacer la señal de la cruz en la arena pero descalzos. Me gusta que rompas el silencio cuando hablamos y así, entre tanta elegancia, descubro tu lado más canalla. No te dije que tenías voz radiofónica, aunque dudo mucho que quieras ser periodista.
Eres Rivera Dominguín. Ser familia de Bosé, marca. Creo que sabes francés. ¿Lo de Vous-voulez coucher avec moi, ce soir, lo entiendes? Perdón si soy demasiado directa pero estas oportunidades nunca se pierden.
He vuelto a colocarme el sombrero pero me he alejado rápidamente de ti. Te ha faltado el tiempo para echar a correr y agarrarme de la cintura: aún espero mi nombre en alguno de tus capotes.
Me gusta observarte desde los tendidos de la plaza en la que entrenas y ver que eres silencio y estrategia. Callas más de lo que sabes y me ofrezco a descubrir ese misterio. Un paseo a caballo al amanecer y un acoso y derribo dialéctico. No sé quién ganaría pero sería capaz de conformarme con la derrota. ¿Es de valientes torear a la muerte? Son de torero tus andares. Uno nunca sabe lo que es hasta que no ha intentado serlo.
Has cogido una caracola en esta tarde preestival y la has extendido en la palma de mi mano -¿Escuchas?- Imposible tener sentidos para segundas partes cuando tu mirada lo monopoliza todo.
Tienes que ser más guapo al despertar. Celeste y oro la alternativa, pero vístete de blanco y así me haces un guiño. En el ocaso del campo tienes que brillar más que encima de una pasarela.

Mañana coges la muleta, yo no creo que vaya a abrir la puerta grande académica. Barcelona es una villa difícil, yo me conformo con la bética Maestranza. Tendidos llenos. Verano a la vuelta de la esquina. Un capotazo a un sábado. Las dos orejas del viernes, chicuelinas de lunes por la noche, resaca de ferias intermitentes…Tú sigue triunfando en las plazas que a mí me encanta el gerundio de soñar.



PD. Besa la estampa que te regalé y no te olvides de poner la montera derecha. A los dos nos falta lo mismo aunque ya esté echada: ¡suerte!